PENSANDO EN MI MISMA

QUE NUNCA SE ACABE EL AMOR POR LAS ALMAS,
NI EL SUEÑO DE SALVARLAS A TODAS PARA EL
REINO DE DIOS.

Quiero salvar las almas de este mundo y voy a morir por ello, porque mi vida está en las manos de Dios, y la coloque toda en el altar.

Pero hace unos días me di cuenta que últimamente estaba colocando la evangelización en otro plano, lo que es muy malo. Había empezado a preocuparme por mi vida sentimental, lo que ocupaba mi mente constantemente, vivía pensando cuando seria que Dios me daría la bendición en mi vida sentimental y estaba descuidando mi único y gran sueño que es salvar todas las almas de este mundo, aunque está escrito que no serán todas las almas de este mundo alcanzadas, pero eso no me detiene porque piense, es un sueño que nunca se va a acabar porque aunque tengamos la conciencia que no todos serán convertidos es algo que día a día queremos más, y tenemos el deseo de alcanzar a todos para que sean salvos. Porque si yo tendría como sueño ser obrera o esposa de pastor, ese sueño se que lo voy a alcanzar y tenga certeza que cuando llegara a mi meta iba a caer porque ahí es donde terminaría, y no tendría más porque luchar, en cambio salvar las almas no, se lucha día a día.

No digo que no tenemos que tener esa meta de servir a Dios en el atrio o el altar, pero que no sea su prioridad, porque bien lo haya cumplido ira decayendo.

No confunda el sueño, el querer salvar todas las almas de este mundo, con una meta. Además si tenemos este amor por las almas, tenga por seguro que Dios va a añadir todas esas bendiciones en su vida.

Y ni todos los objetivos que tiene Dios para ustedes y para mí se cumplieron todavía, ya que tenemos mucho que aprende. Ósea, no digo que por casarme y tener esa área bendecida voy a aprender todo, porque a cada instante voy a seguir aprendiendo, voy a crecer más espiritualmente y a cada día voy a ser una mujer de Dios mejor.

Por eso aprendí hoy que tengo que tener paciencia y dentro de ella entra todo, porque ser paciente fortalece más a la persona.

Por ello coloco mi vida sentimental y todas las otras áreas de mi vida en las manos de Dios, porque Él es el único que sabe mejor que nadie las cosas del amor, y tengo la certeza que el hombre que está preparando para mí es un hombre verdaderamente de Dios. Y es así que decidí prepárame también para aquel hombre de Dios que está preparando para mí, porque tengo la conciencia que tengo que ser la solución, no el problema; tengo que añadir no restar.

Hoy más que nada mi objetivo es salvar almas. Y espero que después de leer esto sea el suyo también.