
Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
— ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
—No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda."
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo. No hay posibilidad de que seas otra persona. Podéis disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por ti, o puedes marchitarte en tu propia condena...
Asi es... uno debe creerr en si mismo tmb, Dios la bendiga
ResponderEliminares verdad obrera de uno mismo depende, también todo es según como uno lo ve,gracias por el articulo,dios la bendiga.ob Maximiliano Rivas
ResponderEliminarsi no creemos en si mismos en lo que hacemos como podemos creer y confiear en Dios? Dios hace su parte y la mayor parte la tenemos que hacer nosotros
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