“No temas, hombre muy estimado. La paz sea contigo; sé fuerte y esfuérzate. Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi Señor, porque me has fortalecido.” Daniel 10:19
El Espíritu Santo habla, en todo momento palabras de coraje, estimulo y poder. Él es
la voz de la fe que calla dudas, temores y preocupaciones.
Estoy contigo. No temas. Sólo se fuerte y valiente para confiar que yo estoy contigo.
Él nunca nos deja solas, siempre está ahí en nuestro frente luchando por nosotras.
Pero hay algo que debemos hacer solas, para que así Él pueda tomar posesión de nuestras vidas como tiene que ser si en verdad quieren ser usadas por Dios.
Tenemos que abrir las puertas de nuestro corazón espiritual para que así el Espíritu Santo pueda habitar en nuestras vidas.
Lo recibiremos solo si tenemos oídos sensibles a Su voz, y escuchamos todas aquellas palabras de aliento, de fuerza que solo Él nos puede dar. Escuchando Su voz para seguir luchando y llegar al final.
Ahora bien el Señor nos habla a cada instante… nosotras tenemos que oír cada palabra que él nos da para así ser más fuertes, y lo principal, ser mas llenas de Su presencia, porque escuchándolo y haciendo lo que Él nos dice nos estaremos tornando mujeres que reflejen Su Santa presencia en nuestras vidas.
muy bueno..
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