“Nunca respondas al necio conforme a su necedad, para que no te iguales a él.” Proverbios 26:4
¿Si tal vez en ese momento no hubiese hablado? ¿Si tal vez no le hubiese contestado?
¿QUÉ HUBIERA OCURRIDO SI EN VEZ DE CONTESTARLE ME HUBIESE CALLADO, Y SOLO HUBIESE ORADO POR ÉL/ELLA?
Con seguridad no te hubieses metido en problemas.
Si tan solo hubieses puesto aquella situación en las manos de Dios, nada de aquellos disgustos hubieran sucedido.

Solo queda orar por aquellas personas para que Dios les de fuerzas para sacar aquellas raíces de su corazón.
Nosotros también debemos cuidar de nuestro corazón espiritual, ya que cualquier pensamiento de santidad puede provocar que el orgullo entre en nosotros.
Así que vigilemos atentamente para que esto no suceda.
Nosotras tanto como los hombres, pero más las mujeres, TENEMOS DOS OIDOS Y UNA BOCA… ¿Saben para qué? PARA OIR MÁS Y HABLAR MENOS.
Esta es la verdadera mujer de Dios, la que escucha más… y habla solo lo necesario. Recuerden que de nuestras bocas salen palabras de vida como de muerte.
Nuestra tarea ahora en más será, OIR más y HABLAR menos… porque esto nos evitara meternos en conversaciones sin sentido, chismerío y habladurías, (estaremos evitando desagradar a Dios con nuestra boca). Y de esta forma estaremos creciendo más espiritualmente, porque oiremos más la VOZ DE DIOS, Y LA DIRECCIÓN QUE ÉL TIENE PARA NUESTRAS VIDAS.
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