“Hay oro y, multitud de piedras preciosas; mas
los labios prudentes son joya preciosa.”
Más claro imposible, así como también sabemos
que todo lo que nuestra boca habla proviene de nuestro propio corazón. El es la
fuente de todo, de lo malo y de lo bueno, y es la mayor fábrica de sentimientos
del mundo, en el se pueden producir miles de sentimientos encontrados a la vez,
y si la persona no sabe cómo manejarlos ella será victima de grandes errores
por haber oído al corazón.
Bueno, ya sabemos muy bien de donde provienen
entonces los impulsos y demás… ahora es solo cuestión de hacer que de esa
fuente broten palabras de vida… es imposible que de una misma boca de una
fuente salga agua dulce y amarga a la vez, así como es imposible que acontezca
que de nuestra propia boca que es la abertura de la fuente, de nuestro corazón,
salgan palabras de bien y mal a la vez.
“…pero ningún hombre puede domar la lengua, que
es un mal que no puede ser referido, llena de veneno mortal.” Santiago 3:8
Nadie puede domar la abertura de donde salen las
palabras, pero si podemos domar a aquella fuente. Cómo? Dejando de dar oídos a
los sentimientos, impidiendo que ellos lleguen a la mente para perturbarla con
el pasado o los problemas que acontecen con usted, si usted es de Dios, su corazón
debe estar en las manos de Él, tiene que ser de la propiedad de Dios, así como
su alma y espíritu. Haga fluir de esa fuente agua dulce, use su boca para
generar el bien y no el mal, la destrucción, porque con tan solo una palabra
usted puede provocar la muerte de una persona.
Es muy difícil de admitir pero es la realidad, así
que de ahora en mas piense antes de hablar, examine su corazón. Que es lo que está
saliendo de aquella fuente? Que es lo que produce ella?
Tome coraje, mire para usted mismo y tome la
actitud de cambiar para que de esa fuente salga agua dulce, agua de vida, y así
SUS LABIOS SEAN PRUDENTES, SEAN UNA JOYA PRECIOSA.
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