8/02/2011

2° día del Ayuno de Daniel -EXPLOSIÓN

“Muchas veces ya me sucedió que acumulo cosas y cosas… y llego al punto que exploto… digo todo lo que guardaba dentro de mi… sin medir las consecuencias…”
Cuantas veces no nos sentimos así, o mejor dicho ya hemos reaccionado así? Creo que muchas veces ya hemos pasado por esta situación… ahora por que nos sucede esto?
Será por qué no estamos totalmente transformadas… o por qué no tenemos el Espíritu Santo en verdad?
Pues les digo que no es nada de eso… es porque una de nuestras desventajas, si así la podemos llamar es que todas las mujeres somos sentimentales… la mayoría de las veces dejamos que el corazón actué en base de los sentimientos, y no escuchamos la voz de Dios que nos habla para que seamos un poquito más racionales, que usemos mas la cabeza antes de actuar o realizar cualquier cosa. No hacer las cosas porque nos dicto el corazón que lo hagamos, no… no es así como funciona… si deseamos verdaderamente ser mujeres de Dios, las cuales Él pueda contar para Su obra, debemos luchar contra ese YO INTERNO Y SENTIMENTAL QUE TENEMOS, ósea no digo que tenemos que ser rudas ni mucho menos, porque la sensibilidad y fragilidad es lo que hace a la mujer pero no los sentimientos, porque ya vimos muchos casos incontables de mujeres que lo perdieron todo hasta la comunión con Dios por usar sus sentimientos y escuchar la voz del corazón… “Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría.” Proverbios 22:12
Debemos ser semejantes a la mujer virtuosa que “Abre su boca con sabiduría, y su lengua enseña con bondad.” Proverbios 31:26
Más claro no podemos describirlo…
Pongamos en práctica estos versículos… la voz de Dios es quien nos habla… y tenemos que formar nuestro carácter, para ser una mujer de Dios con todas las letras. Las cuales seamos gratas a Sus ojos.
Dejemos a un lado la mujer sentimental, la que se pone mal por todo, se deja llevar por los chismes, la que llora por cualquier cosa, o la que se pone histérica o se enoja por el mas mínimo error.
Seamos un tanto más racionales… escuchemos nuestra conciencia… pues es Dios tratando de todas las maneras posibles hacernos entender que no debemos comportarnos de tal manera lo hace una niña de 5 años.
Empecemos de cero… esta es una gran oportunidad, Dios nos quiere moldear, pero nosotras tenemos que hacer nuestra parte también… que este ayuno de Daniel nos sirva para limpiarnos, quitar toda aquella basura que había en nosotras y no la veíamos… no es solo dejar de mirar la tele, etc., sino que también es aumentar la comunión que tenemos con Dios para ser renovadas y llenas doblemente del Espíritu de Dios.
Manos a la obra amigas!!!

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