Muchas mujeres ya se habrán preguntado cuál es la función de la mujer que sirve a Dios.
La posición de esa mujer no es fácil, pues por causa de las luchas termina sacrificando sus emociones y sus sentimientos. Nada se compara con su batalla.
A veces ella necesita tener fuerzas y habilidades suficientes para resolver los problemas por sí sola. De ahí a importancia de tener una relación bastante intima con Dios.
La mujer de Dios es comparada a un soldado, que, estando en una guerra constante, no tiene derecho ni siquiera de enfermarse, para que no haya bajas. Hoy ella puede estar viviendo en medio de muchas amigas, y mañana puede estar residiendo en un país desconocido y distante.
Ella no es perfecta; con todo, se esfuerza para serlo, en el intento de alcanzar aquellos que están a su alrededor. ¡Ah! ¡Si ellos supieran cuan valiosa es esa mujer en la obra divina, con certeza le darían valor!
Ella hasta enfrenta los problemas, como cualquier ser humano, pero los vence a todos. Esta en esa condición privilegiada porque Dios vio, en su interior, un corazón dispuesto a luchar, y una voluntad enorme de ir mas allá, y por una causa justa.
Ella busca la fuerza necesaria para despertar, todos los días, dispuesta a luchar, y siempre con una sonrisa en los labios. Mira para adelante, con la certeza de que es un día mas de victorias.
Ella no sabe nada del día de mañana, y no se preocupa con eso, porque ella es feliz simplemente es saber que su servicio agrada al Señor.
(Este blog está basado en el libro Finas Joyas, espero que les sirva, ya que lo publique porque en verdad cuando lo leí me pareció muy interesante y la verdad me ayudo mucho a entender el verdadero valor de mi función en la obra de Dios.
Espero que como a mí también les puedan ayudar estas palabras, porque a pesar de ser tan delicadas cumplimos una gran función delante de Dios. )
Muy lindo esta su pagina. siga asi firme en la fe Saludos le dejo de la fuerza Joven de la region de Concordia
ResponderEliminarmuchas gracias....
ResponderEliminarsaludos... :)