El PERFIL DEL JOVEN DE DIOS - 7° parte

LOS NUEVOS AMIGOS

El viejo dicho dice: "Dime con quién andas y te diré quién eres”. Ya tratamos en el primer capítulo, sobre la facilidad que el joven tiene de ser influenciado, y uno de los mayores factores que lo influencia es, sin duda, las amistades.

Cuando el muchacho o la muchacha, verdaderamente se convierten, naturalmente pierde algunos "amigos", pues luego demuestran que son contra su nueva fe, su frecuencia en la iglesia, en lugar de los bailes, etc., A partir de entonces, el joven convertido pasa a ser tachado de creyente y/o fanático.

Por lo tanto, el joven debe tener conciencia, de que la pérdida de sus amigos incrédulos es inevitable, y es también, el precio a pagar por la fidelidad  al señor Jesús: "¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios" (Santiago 4.4)

Pero, el diablo, muy astuto, sabiendo de la influencia negativa de esas amistades, no permitirá que ellas se aparten totalmente. Esas amistades, va a usarlas de todas formas, para influenciar al nuevo joven convertido, para hacerlo volver a las actitudes antiguas. No van a faltar invitaciones de tales amigos para fiestas, bailes, bares etc.…

Si el encuentro con Dios, del nuevo cristiano, se dio mientras ennoviaba con una persona incrédula, es muy difícil que ésta acepte el abandono de las prácticas del noviazgo "avanzado y atrevido" de antes. Eso es de hecho, una verdadera presión sobre el joven convertido.

Pero, el muchacho y la muchacha tienen que entender, que eso, es el diablo, intentando sacarlos de la presencia de Dios, para traerlos de vuelta al mundo. Todo lo que hay que hacer, es resistir a las tentaciones: "Someteos pues, a Dios, resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4.7)

Eso mismo: Si el joven quiere ser de Dios, tiene que estar determinado a no ceder a las trampas del diablo, dejándose influenciar por las actitudes de otros. Él prefiere perder los amigos y/o el novio a perder su salvación.

Los jóvenes que fueron sellados con el Espíritu Santo, buscan  amigos entre los que también fueron sellados por El.

En una ocasión, el señor Jesús dijo: "Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y las hacen.”(Lucas 8.21)

Siendo así, nuestros verdaderos amigos, son aquellos que mantienen una fe viva en el señor Jesucristo y practican su palabra. Por lo tanto, usted joven, debe buscar sus amistades dentro de la iglesia, es decir entre los de la familia de la fe. Claro, cuidándose siempre, porque ni todos los que van a la iglesia son necesariamente convertidos.

              Toda clase de personas que entra en la iglesia, y por el simple hecho de entrar, no hace de ella un cristiano. La iglesia, debe estar siempre abierta, a quien quiera acercarse, pero ni todos los que en ella están, tienen la misma fe verdadera en el Señor Jesús. ¡Por eso, tenga mucho cuidado con sus amistades!

              Que quede bien claro, que no queremos decir con esto, que el joven tenga que alejarse de todo y de todos en el mundo, viviendo solamente en la iglesia. ¿Si así fuera, entonces como alcanzaríamos a los que están allá fuera, en el mundo?

              La clase de comportamiento que estamos enseñando, es el mismo que el Señor Jesús enseñó, mientras estuvo aquí, El estaba entre los pecadores, se sentaba y comía con ellos, pero nunca hacía lo que ellos hacían. Su comportamiento influenciaba a los que estaban alrededor de Él, pero, El no era influenciado por ellos. Así debe ser el joven de Dios.

              Recuerde que el mayor y mejor amigo que usted podrá tener es el propio Señor Jesús, como El mismo dice: “Nadie tiene mayor amor que este, que ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.”(San Juan 15.13-14).

*Fragmentos Sacados del Libro “El perfil del Joven de Dios” Capitulo 3 PARTE 9 - Pagina 45/46/47/ (Continuará).