Viernes de Sabiduría - Los Dos Leones

LEÓN SALVAJE

Había un león salvaje y un león de Zoológico.
El león de Zoológico no necesitaba cazar, no necesitaba defenderse, ya que no corre ningún riesgo debido a que hay personas cuidando de él. 
Todos los días, a la misma hora, el domador trae carne seleccionada conteniendo todos los nutrientes para lucir un pelo saludable y mantener una musculatura resistente. Por otro lado, al salvaje, le cae la lluvia y sufre con el desértico sol. Si quiere comer tiene que cazar; siempre sufre el riesgo de encontrarse en situaciones en las que tendrá que defenderse para mantenerse vivo, por lo que sus sentidos están al 100% en actividad.
Mirando desde la lógica, el león del Zoológico vive mucho mejor que el salvaje, pero, el león del Zoológico no elige lo que come, alguien lo escoge por él, no tiene libertad, está siempre limitado por las rejas, es admirado, pero incapaz de sobrevivir si tuviera que volver a la vida salvaje. En cambio, el león de la selva, por sobre todo, es libre, va y viene adonde quiere, come lo que quiere; hoy come un pato, mañana un ciervo, después un jabalí… Nadie le impone adonde ir, o qué comer, o qué hacer. 
Ambos son leones, pero uno es salvaje, no depende de nadie, vive cada día como un desafío de tener que vencer para vivir. 
Existen muchas personas que se encuentran en la misma situación que el león del zoológico, se conforman con la rutina del día a día, sin experimentar nuevos horizontes, sin exigirse más a cada día para poder superarse, en cambio el león salvaje, es corajudo, audaz, y no se 

LEÓN DE ZOOLÓGICO

conforma con lo que le dan, sino que busca aun más de lo que está a su alcance.

Cuántos de nosotros ya fuimos leones salvaje y cuando llegamos a la iglesia nos convertimos en mininos de zoológico? Yo creo que muchos, hasta me incluyo, porque hasta que me di cuenta me estaba comportando como un león de zoo, cuando antes de llegar a la iglesia hacia todo lo semejante a un león salvaje. Y ahora me pregunto, porque no vivir como el león salvaje y estando en la presencia de Dios, luchando a cada día por salvar almas y mantener nuestra salvación sin apagarnos.

Es por ello que mucho se apagan y se alejan porque se vuelven frágiles leones de zoológicos. Y quedan perdidos sin saber qué hacer, esperando que alguien haga todo por ellos.

Si en el mundo hacíamos lo imposible por tener lo que quisiéramos, porque no lo vamos a seguir haciendo pero en la presencia de Dios y hacerlo con fines de hacer la voluntad de Dios, y ser más que usados por el Señor Jesús para su obra.

No permita volverse como un leoncito de zoológico. Luche, sacrifique y vencerá.