SERIE: LA FUERZA DE LA MUJER 3 - Dalila y Sansón

En esta oportunidad hablaremos de la historia trágica de Dalila y Sansón.

Sansón fue consagrado a Dios desde el vientre materno para librar a Israel de la opresión de los filisteos. Su fuerza estaba simbolizada en su largo cabello, pues cuando el Ángel del Señor se apareció a su madre le dijo:

“He aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y la navaja no pasara sobre su cabeza.” (Jueces 13:5)

Mientras fue temeroso de Dios, tuvo fuerzas para sojuzgar a los filisteos; sin embargo, como mantenía relaciones con Dalila, los príncipes de los filisteos fueron a ella y dijeron:

“Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata.” (Jueces 16:5)

Dalila hizo tanto que termino por saber el porqué de su gran fuerza. Sansón no resistió a su insistencia, y le revelo su secreto. Ella le corto el cabello, y él, además de su fuerza, perdió su propia vida.

Claramente podemos ver como el poder de convención que tiene la mujer es único, ya que por más que alguien diga NO, no desiste si está en juego algo que quiere tener en sus manos, ya sea riquezas, cosas materiales, a alguna persona que le guste, etc. Cuando no estamos en la presencia de Dios usamos aquel poder de convención para hacer lo malo. Y muchas veces no medimos las consecuencias de las cosas que realizamos y terminan por lastimarnos a nosotras mismas.

Debemos ser consientes del poder que tenemos, el poder de la convención, y usarlo para beneficiar la obra de Dios, y luego Dios va a bendecirnos.

Estando en el mundo no nos importaba lo que podía suceder con nuestro alrededor e íbamos hasta el fin por conseguir nuestro objetivo. Y ahora que estamos en la presencia de Dios nos volvimos retraídas en este sentido, que mejor que usar este don para alcanzar las cosas que realmente están bien y que a Dios le van a agradar, seamos aquellas mujeres que hacían de todo por alcanzar sus objetivos y alcancemos las grandes bendiciones que Dios tiene para nosotras, y tan solo están esperando que nosotras nos volvamos más positivas y mas luchadoras por las cosas que agradan a los ojos de Dios.